Más allá de la batuta (lo que todo director necesita saber)

En este extracto del capítulo 3 de Más Allá de la batuta, Diane Wittry ofrece una guía práctica y estratégica para los directores de orquesta que inician su primer año en una nueva institución. A través de consejos claros y realistas, Wittry enfatiza la importancia de construir relaciones sólidas con todos los sectores de la organización —desde la comisión directiva hasta los músicos y la comunidad— antes de implementar cambios significativos. Este texto es una hoja de ruta esencial para cimentar el liderazgo artístico desde una base de escucha, respeto y planificación a largo plazo.

CONSEJOS PARA DIRECTORES DE ORQUESTA

Diane Wittry (Traducción no-autorizada de Danisa Alesandroni)

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Capítulo 3: Tu primer trabajo

El primer año – lo que hay y no hay que hacer

Ahora que ya aceptaste el trabajo y firmaste el contrato, estás listo para comenzar tu nueva posición. Lo que haces en el primer año de trabajo es crítico con respecto al éxito por delante en la organización. Cada director tiene una idea preconcebida de cómo se deben hacer las cosas y qué elementos constituyen un nivel musical estándar elevado. Te animo a que pongas la mayoría de tus pensamientos e ideas en pausa durante el primer año. Lo más importante a hacer durante el primer año es desarrollar vínculos confiables y aprender más sobre la visión y los objetivos actuales que ya están establecidos por la organización.

Construyendo vínculos

La comisión

Muchas orquestas son coordinadas por una comisión directiva. Durante el primer año, intenta sistemáticamente conocer a la mayor cantidad de miembros de la comisión como sea posible. Ellos valorarán el esfuerzo que hagas por conocerlos mejor. Pregúntales a cada uno del ellos cuáles son sus motivaciones para ser parte de la comisión y cuáles son los objetivos que esperan lograr dentro de los próximos cinco años. Probablemente descubrirás que las respuestas serán muy personales y podrían variar tremendamente. Toma nota de lo que hayas aprendido. Durante estas conversaciones quizás puedas mencionar algunas ideas nuevas, pero principalmente utiliza el tiempo de diálogo para escucharlos. Si no hay una comisión directiva en la orquesta, aplica las mismas técnicas con el grupo de padres, en caso que sea una orquesta juvenil, o con otros docentes si trabajas en una universidad.

La orquesta

Luego reúnete con la mayoría de los jefes de fila de tu orquesta que puedas. Si el tiempo te lo permite, intenta hacer esto en otro momento separado al del ensayo. Esto lo puedes hacer de forma individual o en encuentros de varios jefes de instrumentos similares. Tu objetivo es aprender más acerca de las expectativas personales de cada persona y de su historia con la orquesta. Si fuere apropiado, pídeles que te comenten las fortalezas y debilidades de su sección. Pregúntales también dónde les gustaría que esté la orquesta dentro de cuatro o cinco años. Asegúrate de que en efecto estás prestando atención a sus respuestas. No pierdas tiempo contándoles sobre las maravillas que haz hecho con otras orquestas, a ellos sólo les interesa lo que sucede en su orquesta. Si estás trabajando en una universidad, tu vínculo será más parecido al de docente/alumno que de colegas, pero igualmente es importante desarrollar una buena encuesta a tus músicos para descubrir maneras de motivarlos y lograr así un mejor nivel musical.

Los asistentes

Invierte tiempo en hablar con los asistentes de la orquesta para ver qué cosas han intentado en el pasado: en qué se trabajó, en que fallaron, y porqué. Puede ser un equipo de colaboradores contratados, voluntarios o asistentes escolares. Es especialmente importante que trabajes cerca de las personas que se encargan de la copistería, de la disposición del escenario (stage manager) y de la agenda cultural (personnel manager). En algunas situaciones, estarás directamente encargado de supervisarlos. Evalúa su capacidad para tomar nuevos proyectos y su tolerancia para el cambio. Es importante tener una buena relación con los asistentes porque ellos serán los que eventualmente implementarán los cambios a través de la organización. Una relación sólida con las personas que trabajan detrás de escena te facilitará cualquier cosa que quieras hacer.

La comunidad

Si estás dirigiendo una orquesta juvenil, una orquesta comunitaria o municipal (regional), es muy importante que conozcas a la comunidad que rodea a tu orquesta durante el primer año. Deberías armar junto al director ejecutivo, el presidente de la comisión directiva, el coordinador del grupo de padres, una lista de personas que debes conocer. Esta lista debe cubrir cuatro categorías: líderes comunitarios, educadores musicales, principales sponsors o donantes de la orquesta sinfónica y otros posibles mecenas. Si estás trabajando con una orquesta juvenil, probablemente seas vos mismo quien se introduzca personalmente y organice los encuentros con estas personas. Si eres el director de una orquesta municipal (regional), los encuentros deben estar programados por los miembros de la comisión directiva. Es importante establecer vínculos con la comunidad apenas comienzas tu cargo de dirección. Deberías proponerte cubrir la lista completa antes de que termine el primer año.

Todo esto llevará su tiempo. Como director, probablemente no estés acostumbrado a utilizar de este modo tu tiempo. Sin embargo, no puedo explicar lo vital e importante que es invertir el tiempo en conocer a la organización y construir relaciones estables con todos los involucrados. Es el cimiento sobre el cual todo lo demás se construirá. Por último, si quieres tener éxito como líder artístico, simplemente no puedes no hacer todo esto.

Proceso de cambio

Comienza el proceso de cambio lentamente. Una vez que hayas comenzado a ver el enlace entre los logros y las ideas, puedes empezar a formular y priorizar la visión artística de la orquesta. Querrás invertir un montón de tiempo con el director ejecutivo para poder definir los puntos que te permitirán avanzar más rápido. Será más efectivo si puedes presentar todas tus ideas juntas a la comisión, habiendo tenido antes el consentimiento de ellos. Necesitarás el apoyo absoluto del director ejecutivo para cualquier proyecto o programa que desees emprender. Cada propuesta que hagas debe estar alineada con los ideales observados de la comisión, de la orquesta y de los asistentes. Asegúrate de dedicar tiempo a analizar programas de conciertos pasados y los alcances de actividades ya realizadas. Esto te dará un panorama más certero de quién es tu audiencia y qué tipo de expectativas tendrán con la organización.

A menos que la organización sea un completo desastre, no deberías implementar grandes cambios o iniciativas en los primeros seis meses. Date tiempo para aprender sobre la organización de forma que puedas estar seguro de que te estás moviendo en la dirección correcta. El único caso en el que puedes cambiar esta filosofía es si has aceptado un trabajo con una orquesta que está completamente desorganizada, con una caída abrupta de suscriptores y una con necesidad imperiosa de solicitar fondos ajenos. En estos tipos de situaciones es necesario programar de manera creativa inmediatamente y proponer nuevos programas que sean superadores para estimular el interés de la comunidad y aumentar la capacidad de ingresos.

La primera temporada

Evalúa tu audiencia

Con la mayoría de las orquestas heredarás una temporada completamente o parcialmente planificada. Es frustrante cuando comienzas un nuevo trabajo y no te permiten demostrar tu creatividad para programar desde el comienzo. Trabaja de manera cercana con el director ejecutivo y la comisión, o el departamento de profesores de la universidad para evaluar si existe alguna posibilidad de personalizar el concierto. Querrás estar seguro de que estas en condiciones de conocer las expectativas del público frecuente y no atravesarte con la comunidad como si estuvieras cambiando cosas a último momento. Si la programación ya está planeada, será mejor dejarla así y modificarla de a poco a lo largo del año de la mejor manera que puedas. Si los únicos confirmados son los solistas y estás en la posición de elegir el repertorio, asegúrate de estudiar la filosofía de la programación anterior para estar alineado con el nivel de la audiencia frecuente y sus expectativas. No es bueno hacer cambios muy llamativos durante la primera temporada porque podría resultar muy agresivo para las expectativas y el nivel de los oyentes. Es mejor generar interés a partir de programas que sostengan el mismo nivel exacto de expectativa. Esto te permitirá generar confianza de parte de tu público. Con tiempo, podrás poner en marcha una planificación que expanda las habilidades de escucha de tus oyentes y los conduzca hacia donde tu quieras.

No reaudiciones a la Orquesta

La comisión o el director ejecutivo a veces le pregunta a los directores si quieren reaudicionar a la orquesta cuando éstos comienzan su trabajo. Hacer esto es como el “beso de la muerte”. Cuando anuncias que quieres reaudicionar a la orquesta, instantáneamente crearás paredes de desconfianza y miedo entre tu y los miembros de la orquesta. ¿Qué es lo que realmente quieres conseguir con una reaudición? Evidentemente no vas a echar a la mayoría de tu orquesta si no te agradan. El punto es que realmente vas a poder evaluar muy poco. Lo mejor en el primer año con la orquesta es evaluar las virtudes y las debilidades de cada intérprete observándolos. A medida que vayas dirigiendo tendrás la posibilidad de ver quién no está tocando acorde al nivel que tú esperas. Entonces, lo mejor es no poner a prueba a los músicos durante tu primer año como director de una nueva orquesta. Los músicos todavía estarán tratando de acomodarse a ti, a tus gestos y a tus ideales artísticos. Además de esto, necesitarás cerca de un año para conocer a otros músicos que vivan cerca de la región y que pudieran ingresar a la orquesta. Cada orquesta tiene una paga económica limitada, pero incluso sin considerar cuánto puedas pagar, si estás lejos de grandes ciudades, tu plantilla de buenos músicos será muy limitada. Al finalizar tu primer año o comenzando el segundo, podrás comenzar a tener encuentros personales con algunos músicos específicos para ver si hay posibilidad de que ellos mejoren. Porque la situación de cada persona puede ser diferente, entonces es mejor negociar individualmente con cada persona en lugar de requerir una audición masiva. Recuerda mantener un buen trato y crear un espacio donde las personas sientan que es justo y que se le dan oportunidades para mejorar.

Prioriza tu tiempo

Muchos directores fallan durante el primer año porque de repente se encuentran no sólo con que deben preparar un montón de música para los conciertos, sino además con una larga lista de tareas administrativas. Habrá mucha demanda de responsabilidades durante tu primer año. Te llamarán para que atiendas más reuniones de lo normal y siempre se llevará un tiempo extra la organización de la publicidad y el marketing. Es central que puedas dedicarle tiempo a la organización, pero también tendrás que saber cuándo decir “no”. Siempre debes reservar algo de tiempo para ti, de forma que te prepares adecuadamente para los conciertos. Es importante que puedas dejar esta prioridad en claro con el personal de la comisión y el directorio. Nunca pierdas de vista que la música es el foco principal de tu trabajo. Todo lo demás es importante, pero no vital. Algunas veces pídele que te cambien una reunión para otro momento así dispones de tiempo para tu preparación para el concierto. También desalienta a la organización de que te ubiquen reuniones antes de los ensayos. Necesitas tiempo para enfocarte y que tus pensamientos puedan estar completamente centrados en la música.

Tu rol como líder en el equipo

Asegúrate de que estás invirtiendo tiempo durante tu primer año de trabajo en ser unido al directorio y al presidente de la comisión o al jefe de profesores del departamento. Es importante que estés en la misma página que ellos. Algunos encuentros deberían ser en reuniones, pero también invierte tiempo en conocerlos de manera informal en una cena o en algún evento social. Esfuérzate por conocer a las personas que están detrás de esos títulos. Estas son relaciones vitales, no solo por tu éxito personal sino también por el éxito de toda la organización completa.